Madrid (ayrit era su nombre árabe) , tenía cinco puertas reales o de
registro (Segovia, Toledo, Atocha, Alcalá y Bilbao), que era donde se pagaban los impuestos, y catorce portillos de diferentes
fechas y de una importancia muy inferior.
Puertas y portillos:
Por él se accedía a los caminos de El Pardo, La Granja y El Escorial.
Construido en 1726, tenía sobre el arco central una imagen de San Vicente Ferrer,
de quien adoptó el nombre. Carlos III ordenó en 1770 su derribo con el fin de rellenar
el barranco que formaba la cuesta y así disminuir su pendiente. En 1775, Sabatini
construyó una nueva puerta igual a la actual que fue demolida en 1890, desapareciendo
sus restos; no se sabe si fueron reutilizados en otras construcciones o si aún permanecen
guardados en algún almacén municipal. Cuando en 1995 se decidió su reconstrucción,
y al no encontrarse sus restos, se decidió construir una réplica basándose en las
molduras de las cornisas superiores y los planos que todavía se conservaban, así
como en una foto de J. Laurent, fechada en 1890, de dicho monumento. El resultado
fue el que se puede ver en la fotografía. Una curiosidad de su emplazamiento actual
es que está orientada al revés que la original: la cara que ahora da frente al Palacio
Real antes daba al paseo de la Florida y viceversa con la otra cara.
- El Portillo de San Bernardino, llamado inicialmente de San Joaquín por el cercano convento de igual nombre cuando estaba en la calle de la Princesa, frente a la calle del Rey Fernando. Posteriormente, fue denominado San Bernardino por otro cercano convento de este nombre, cuando fue trasladado frente a la calle de Quintana. Fue demolido en 1868.
- El Portillo del Conde Duque, en la intersección de las calles de Amaniel y Conde-Duque. Su nombre lo tomó del cercano Palacio del Conde-Duque (en el lugar donde hoy vemos el Palacio de Liria y el cuartel del Conde-Duque). Se le llamaba también Portillo de los Guardias, por ser de los guardias de Corps. Se derribó en 1868.
- El Portillo de Fuencarral, denominado así aunque su verdadero nombre era Portillo de Santo Domingo. Ubicado en la calle de San Bernardo, a la altura de la calle de Santa Cruz de Marcenado. Construido por Juan de Mora en 1642 y derribado en 1867.
- El Portillo de las Maravillas, que recibió este nombre por el cercano convento de las Maravillas y que estaba situado en la intersección de las calles de Ruiz y Divino Pastor.
- La Puerta de Bilbao, llamada inicialmente de los Pozos de la Nieve por estar cerca de éstos. Fue construida en 1625 a la altura de las calles Fuencarral con Divino Pastor para ser trasladada en 1690 más hacia el norte, a la actual glorieta de Bilbao. Después se llamó de San Fernando hasta que en 1837 adoptó el nombre de Puerta de Bilbao en memoria de esta ciudad y sus defensores. Tenía un cartel adosado a ella donde podía leerse: "A los heroicos defensores y libertados de la invicta villa de Bilbao, los habitantes de Madrid".
- El Portillo de Santa Bárbara, situado en la plaza homónima, al final de la calle Hortaleza. Ambas adoptaban el nombre del cercano convento de Santa Bárbara.
- El Portillo de Recoletos, ubicado el primero frente a la Biblioteca Nacional en el Paseo de Recoletos y siendo sustituido en 1756, cuando Fernando VI construyó la cerca de las Salesas Reales, por una nueva puerta considerada la mejor de todas las existentes hasta que se construyó la de Alcalá. Desarmada en 1863 para su traslado a otro emplazamiento, estuvo tanto tiempo abandonada y deteriorándose en el campo que los daños sufridos hizo que no se reconstruyera, siendo sus restos usados en construcciones.
Han sido dos las puertas con este nombre. La primera estaba situada en
la calle de Alcalá, frente a la calle de Alfonso XI, y se construyó en 1599 por
la llegada de la esposa de Felipe III, Margarita de Austria. Se derribó en 1764
para construir una mayor que conmemorase la llegada del nuevo rey, Carlos III, a
Madrid. Éste rechazó varios bocetos de Ventura Rodríguez y fue Francisco Sabatini
quien comienza su construcción en su emplazamiento actual en el año 1778.
Las diferentes formas de ambas caras están motivadas por el hecho de
proceder de dos diseños distintos, uno con pilastras y otro con columnas adosadas
que se decidió unir en uno solo. A pesar de su monumentalidad, cuando se construyó
seguía siendo una de las puertas de registro de la villa, estando unida a la antigua
cerca de Felipe IV.
- El Portillo de la Campanilla estaba en la Avenida de Cataluña frente al convento de Atocha.
- La Puerta de Atocha. Inicialmente, en la Glorieta de Carlos V estaba la Puerta de Vallecas, que en 1748 se sustituyó por otra con el nombre de Puerta de Atocha, derribada en 1850 al construir la Estación de Ferrocarril de igual nombre y sustituida por otra nueva en 1852. Ésta desapareció definitivamente en 1868 con el derribo de la vieja cerca de Felipe IV.
- El Portillo de Valencia se llama, en el plano de Teixeira, Puerta de Lavapiés, al estar ubicado al inicio de la calle Lavapies, en la hoy calle Valencia, frente a la calle Doctor Fourquet. En 1778, se construye un nuevo portillo que adopta el nombre de Portillo de Valencia por estar en el inicio del camino de Levante. Se derriba junto a la cerca en 1868.
- El Portillo de Embajadores original era del siglo XVII y en 1782, al construir la Ronda de Toledo, se adelantó su posición hasta la hoy Glorieta de Embajadores. Al igual que el anterior, se derribó en 1868.
- El Portillo del Campanillo del Mundo Nuevo se construyó en 1856 con el fin de impedir que el camino seguido por el ganado desde que entraba en la villa hasta el Matadero de la Plaza del General Vara de Rey empezara en la calle de Toledo y recorriera varias calles llenándolas de inmundicias.
Con la construcción de la cerca de Felipe IV, su posición se adelanta
hasta la altura de la calle Capitán Salazar Martínez hasta 1813, año en que es derribada.
Es en este año cuando se inicia la construcción de la actual Puerta de Toledo en
el lugar donde hoy podemos verla para celebrar la llegada al trono de José I. Sin
embargo, cuando se termina su construcción en 1827 es para celebrar su derrota y
la restauración de Fernando VII. Aquí comenzaban los caminos de Toledo y Andalucía.
- El Portillo de Gilimón, situado al final de la calle San Bernabé.
- El Portillo de las Vistillas se llamaba así por las vistas que desde allí se tenían.
- La Puerta de Segovia, construida a mediados del siglo XVII y cercana al Puente de Segovia, del que tomaba el nombre Puerta de la Puente. Demolida en 1849 y construida otra nueva al año siguiente, sería definitivamente derribada, al igual que la cerca, en 1868.
- La Puerta de la Vega original fue derribada y se construyó otra en su lugar en 1708 que también fue demolida en 1830 y sustituida por un portillo de madera hasta que se decidiese qué hacer. Este portillo se derribó en 1850 al transformar la empinada cuesta en las rampas que hoy tenemos allí. Aquí debemos hacer mención a la historia de la Virgen de la Almudena que, según la tradición, había estado oculta desde la ocupación árabe de Madrid en el año 712 hasta su conquista por Alfonso VI, en 1085. La imagen de la Virgen se encontró en un cubo de la Puerta de la Vega y, al derribarse la segunda puerta, se colocó a la Virgen en una hornacina de la cuesta de la Vega. La que hoy vemos allí es de 1941.
No hay comentarios:
Publicar un comentario