jueves, 25 de octubre de 2012

4 lecciones que aprender de Starbucks

Ya es viernes, hemos sobrevivido a una larga semana de trabajo, así que hoy en El Garaje de Budget te vamos a contar un caso de éxito, y de cuatro lecciones que deberías sacar de su historia.

Esa empresa tan existosa es Starbucks, en http://www.smallketing.com te cuentan su interesante historia que nosotros hoy recuperamos.

Sus tres creadores, Jerry Baldwin, Zev Siegl y Gordon Bowker eran unos apasionados del café, odiaban Nescafé y Maxwell House así que decidieron abrir su propia tostaduría de café y vender artículos relacionados.




Así nació Starbucks, una empresa de la que podemos sacar cuatro lecciones interesantes y que sin más pasamos a detallarte:


1. Tener una pasión y ser fiel a ella siempre.
Los socios fundadores de Starbucks compartían una pasión por el café de calidad y jamás permitirían que nada pusiera en entredicho la misión de entregar un producto a esa altura. Para ellos, esa pasión no tenía nada que ver con lo que actualmente consumieran las personas. Si ellos compraban tarros de café instantáneo con sabor a tierra, Starbucks se encargaría de enseñarles lo equivocado que estaban.
Howard Schultz, por su parte, descubrió en un viaje que hizo a Italia, que el disfrutar un café era un acto social. Era la instancia para reunirse con los amigos, conversar y ser una prolongación de sus propias casas en un lugar público. Ese concepto lo apasionó hasta el punto de comprar la cadena para llevarlo a las esquinas de las ciudades norteamericanas.
Los grandes éxitos comerciales se basan casi en un 99%, en personas apasionadas por su producto o servicio. Starbucks desde luego, es el ejemplo número 1.


2. La importancia de crear una marca con identidad y estética.

Sus fundadores apuntaron una vez: “Toda marca ha de significar algo. Nosotros somos más que café de calidad tostado oscuro. Sólo así conseguiremos diferenciarnos y ser autenticos”. Si quieres competir con Starbucks o con quien se te ponga por delante en tu mercado, ten una imagen seductora, moderna y recordable.


3. Escucha a tus consumidores más allá de todo lo posible. 

Muchas veces Starbucks tuvo profundas dudas sobre caminos a seguir. Incluso sobre poner en tela de juicio algunas reglas sagradas del café. Sin embargo, el escuchar a los consumidores fue siempre la llave para abrir las puertas correctas. El famoso Latte descremado era un sacrilegio en el mundo del café. Pero las personas se comenzaron a preocupar por los índices grasos de la leche. Hubo que ceder. El “frappuccino” fue también un producto que nació al atender a los mercados cuyos climas privilegiaban bebidas frías. Algo que en Seattle no se daba, en California era parte de la vida.
Para desarrollar tu negocio debes poner al consumidor al centro. Desde ahí tomarás las decisiones más correctas, indagarás cuando tengas dudas y sustentarás tus estrategias de negocio. Él es el eje de todo y todo cuanto hagas por hablar y comunicarte con él será muy beneficioso.


4. La importancia de la experiencia. No vendes sólo un producto o servicio.

Sus fundadores lo delinearon desde el principio. Schultz lo llevó al nivel superior. Starbucks fue una de las compañías pioneras en comprender que no vendían una taza de café. Vendían una porción de tiempo agradable para cientos de miles de personas. Un espacio del día para relajarse, para reunirse a conversar, para concentrarse en un proyecto fuera del trabajo. Y para que éste te invitara a volver todos los días, debía ser hermoso, bien decorado, bien atendido y de gran calidad en sus productos. Pregúntate qué estás vendiendo. Piensa en todo aquello que lo rodea y comienza a plantearte cómo puedes transformar esos aspectos que lo rodean en una experiencia memorable. Te darás cuenta que en cada una de ellas hay una oportunidad.

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